A 12 meses de la operación, trabajadores pidieron apoyo sicológico que incluya a sus familias para superar trastornos.
"Para efectos de la responsabilidad que tiene el gobierno con ellos, con esta conmemoración estamos cerrando el capítulo. Con ellos tenemos un cariño muy especial, pero desde ahora ellos deben ser tratados como cualquier chileno".
Cristián Barra, asesor del Ministerio del Interior y quien representa al gobierno frente a los "33", es categórico frente a la postura del Ejecutivo a un año del histórico rescate, que sacó a los trabajadores de las profundidades de la mina San José.
Tras 12 meses de asistirlos en temas de salud y trabajo, la nueva postura adoptada por las autoridades les fue comunicada recientemente. Esto coincidió con una reunión sostenida con los mineros en Copiapó hace un mes. En esa ocasión, la mayoría de los trabajadores solicitó ayuda sicológica para ellos y sus familias. Incluso, las mismas esposas de los trabajadores pidieron que se les diera tratamiento familiar.
Con 10 de ellos cesantes, otros con secuelas traumáticas del accidente, problemas sicológicos y familiares u hospitalizaciones por adicciones, como el caso de Edison Peña, el panorama resulta poco alentador para las autoridades (ver página 4). Las situaciones personales de los trabajadores fueron abordadas por los principales medios internacionales ayer, en el marco del primer aniversario de la operación.
El gobierno les ha asegurado continuidad en las atenciones sicológicas y dentales. "Es imposible definir cuánto durarán sus tratamientos, pero ellos han adquirido el compromiso de seguirlos y terminarlos (...). Los mineros están conscientes hoy de que tienen que reencauzar sus vidas", explicó Barra.
Desde La Moneda explican que la idea es que quienes ya se hayan embarcado en integrarse a planes especiales de asistencia del gobierno, los podrán recibir indefinidamente si los aprovechan bien. No obstante, si alguien desiste y vuelve a solicitarlos, el gobierno daría el capítulo por cerrado.
Aseguran que la asistencia siempre estuvo dispuesta para ellos y que hubo familias que comenzaron tratamientos en el Servicio de Salud Atacama a fines del año pasado. Sin embargo, los constantes viajes al extranjero, las charlas y el hecho de que ya varios estaban sintiéndose "mejor" hicieron que abandonaran las terapias. Recientemente fueron los mismos trabajadores quienes pidieron retomarlas.
"Ya no son los mismos"
"Ellos ya no son los mismos hombres que entraron a esa mina", dice Angélica Pacheco, esposa de Edison Peña, quien está internado hace un mes y medio en una clínica en Santiago para rehabilitarse del consumo de drogas y alcohol. "En este caso, los afectados de este accidente no sólo fueron los mineros, sino también sus familias, y nosotras necesitábamos atención sicológica para poder contenerlos a ellos y eso no se dio hasta ahora, cuando se pidió la ayuda", cuenta la esposa de Peña, cuyo caso fue abordado gratuitamente por especialistas privados.
Los trabajadores reciben el apoyo a través de la Intendencia de Atacama. "Estamos coordinando la atención sicológica de los mineros en Santiago, porque acá no se dan todas las condiciones, no está la cantidad suficiente de especialistas y ya algunos están viajando", explicó la intendenta Ximena Matas.
Pero para quien fuera jefe de turno de la mina, Luis Urzúa, el apoyo sicológico no fue constante. "Creo que hay que hacer el trabajo en la parte sicológica como corresponde, porque la Asociación Chilena de Seguridad nunca lo hizo. Hace un mes trataron de recoger a algunos trabajadores para poder darles un apoyo, pero debía ser consistente desde el primer momento".
La directora regional del Sernam en Atacama, Teresa Cañas, quien ha estado a cargo de parte de los tratamientos de los mineros, cuenta que fue el 5 de agosto de este año, cuando se iba a conmemorar un año del derrumbe de la mina San José, que un grupo de mineros se acercó queriendo retomar sus terapias.
"La diferencia es que esta vez, aparte de que los mineros sigan tratamientos, se incluyó a sus familias. Ellos tienen atenciones, viajan a Santiago con sus familias, reciben los medicamentos que requieran. Hay tratamientos siquiátricos y sicológicos", explicó Cañas.
En el gobierno explican que, además, se les ha buscado trabajo y se les recomendó al buffet de abogados Carey para proteger los derechos intelectuales de su historia. Incluso, se les asesora para elaborar una página web.
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